miércoles, 2 de mayo de 2018

Presentación decimoctava sesión: Homo Deus - Introducción - Viernes 4 de mayo de 2018
















Respuestas recibidas de Magdalena Plocikiewicz, Barcelona, el 4 de Mayo de 2018:

#1 Aunque los índices globales de hambre, muertes por plagas y conflictos armados han disminuido es muy pronto para cantar victoria. Erradicar el hambre esta totalmente en nuestros manos ya que la producción de comida es superior a la necesidad, lo que falla es la distribución y los enormes desperdicios. Son factores controlables y los objetivos de la ONU son de hambre 0 a medio plazo. Sin embargo, por ahora tenemos casi 800 millones de gente pasando hambre.
En cuanto a los conflictos armados el hecho de preferir guerra fría a un conflicto armado abierto parece ser también una tendencia clara. Sin embargo ha aparecido toda la esfera de conflictos difusos, ciberguerras, intervenciones tácticas que persiguen el mismo objetivo que las guerras tradicionales (ocupar territorio, ejemplo: los “hombres verdes” rusos que ocuparon el territorio de Crimea para preparar la precipitada adhesión). Son conflictos menos sangrientos, hasta menos perceptibles, pero existen tanto como las sangrías en África y Oriente Medio.
En cuando a las plagas, si hemos ganado muchas batallas, pero no la guerra.

#2 En vez de hablar de horizonte temporal, no es mejor plantearlo conjuntamente con la calidad de la vida. ¿A quien le interesa vivir muchos años en estado vegetativo? ¿Queremos vivir más años que nuestros hijos? ¿Es su vida el horizonte máximo de la nuestra? ¿ El hecho de tener los hijos y transmitir los genes no es suficiente aportación a la inmortalidad? ¿O lo que perseguimos es de verdad una juventud eterna a todo coste? ¿Qué pasa con todos los que no lo podrán alcanzar? ¿Merece la vejez caer en el mayor desprecio aún?
Por otra parte, no estoy de acuerdo con Harari que teniendo la amortalidad tendremos que cuidar de no ser víctima de un accidente. Si tendremos todos los medios de los cuales habla, también podremos transferir nuestra memoria y conciencia a un ordenador y luego implantarlo en otro cuerpo biónico y seguiremos siendo nosotros, aunque nos coma el tiburón nadando en el mar. Tendremos todos los records anteriores al accidente. Al menos si tenemos en cuenta el concepto de identidad Lockea´iano donde la identidad es la continuidad de conciencia y memoria.

#3 ¿Qué significa ser feliz sin o con las drogas? Un equilibrio físico y mental, un bienestar, una secuencia de subidones de placer intercalada por periodos de tranquilidad? Una escalada por el pirámide de Maslow? Sea la que fuese la respuesta si es posible sin drogas, para que vamos a necesitar las drogas, salvo que sea para suplir las carencias de neurotransmisores, pero si no, para que? O hablamos de drogas que amplían la conciencia, agudizan los sentidos y nos sirven de “inspiración artística”? Hablamos de aceleradores, viagras mentales o algo que nos va a proporcionar el equilibrio perdido? Estas drogas ya existen, la diferencia sería la supuesta falta de efectos secundarios.

#4 Hemos cambiado otras especies, fundamentalmente plantas, por nosotros mismos. Somos capaces y cambiamos los animales. Cambiarnos a nosotros es el siguiente paso, un problema por hoy más técnico que de naturaleza ética. Es insuficiente el debate ético y filosófico al respecto, un debate libre de ideologías, que simplemente intente a re-entender y redefinir la naturaleza y identidad personal, pero no por el imperativo de poner el hombre en el centro del universo, sino por el imperativo de cuestionarse y razonar.

#5 La cultura occidental es una constante evolución. La necesidad de progresar en todos los ámbitos es algo que tenemos profundamente arraigado. Desde los filósofos griegos nos estamos cuestionando de forma constante. Por que íbamos a dejar este cuestionamiento? ¿Por miedo al cambio? No.

#6 Es muy ambicioso hablar de la agenda humana del siglo XXI. La búsqueda de la felicidad e inmortalidad está en la agenda desde al menos los tiempos de la historia escrita. ¿Estamos a punto de dar con la piedra filosofal gracias a la tecnología y la ciencia? ¿No habría que hacer esta pregunta a miles de científicos para obtener una muestra representativa del estado de las cosas? O nos fiamos de lo que dicen algunos freakies de Silicon Valley. Puede que tengan razón, pero creo que un estudio más metódico sería mas convincente que los vaticinios. Sin quitar el mérito al colosal trabajo de Harari.

# 7 De momento el humanismo está más bien resurgiendo. Tenemos el hombre como elemento central del discurso, de políticas y de acciones. El bienestar de las personas, por ahora humanas, es nuestra principal preocupación. ¿Si estás personas son un poco ciborgs en el futuro, no seguirán siendo para los ellos mismos el centro de universo? Aunque no sea humanismo, será ciborguismo, pero el principio sigue igual. O es que vamos a empezar a preocuparnos más por otras especies y por el planeta? Eso si, sería el fin de antropocentrismo y humanismo, tal vez. Un fin, desde luego, deseado.


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