Libro: Construir pueblo –
Hegemonía y radicalización de la democracia
Autor: Iñigo Errejón y Chantal
Mouffe
1º Edición: Mayo 2015
Debate 1ra mitad: Viernes 2 de Junio
de 2017
Debate 2da mitad: Viernes 16 de
Junio de 2017
PRIMERA MITAD
PRESENTACION
EL
PROYECTO DE HEGEMONÍA Y ESTRATEGIA SOCIALISTA – Pág. 9
ESPAÑA
Y LA TRANSICION – Pág. 18
REPENSAR
LO POLITICO – Pág. 29
GRAMSCI
– Pág. 32
HEGEMONIA
Y GUERRA DE POSICION – Pág. 35
CARL
SCHMITT, ANTAGONISMO Y AGONISMO – Pág. 46
CONSENSO
AL CENTRO Y POPULISMO DE DERECHA – Pág. 56
EL
15M Y LA EMERGENCIA DE PODEMOS – Pág. 62
AMERICA
LATINA Y LAS EXPERIENCIAS NACIONAL POPULARES – Pág. 70
SEGUNDA MITAD
ENTENDER
EL POPULISMO Y LAS “SITUACIONES POPULISTAS” – Pág. 83
LIDERAZGO
CARISMATICO Y NATURALEZA DE LA REPRESENTACION – Pág. 97
DERECHA
/ IZQUIERDA – Pág. 106
¡HACIA
UN POPULISMO DE IZQUIERDA! – Pág. 111
LA
CONFRONTACION PUEBLO/CASTA – Pág. 118
CADENAS
DE EQUIVALENCIA Y CONSTRUCCION DE UN PUEBLO – Pág. 130
APUNTES
EN UN AÑO ACELERADO, por IÑIGO ERREJON – Pág. 139
PRIMERA MITAD
PRESENTACION
La irrupción de Podemos en España como un proceso inédito que tiene un
profundo trasfondo teórico. Entre sus referentes principales, destacan Ernesto
Laclau y Chantal Mouffe, con su obra “Hegemonía y Estrategia Socialista” publicado
en 1985, en el que utilizan el concepto de “hegemonía” de Gramsci como forma de
cuestionar el esencialismo clásico de la izquierda. Laclau y Mouffe son figuras
que se inscriben en el llamado postmarxismo. Podemos extrae de ellos la idea de
que no existen identidades políticas rígidas y de que es posible, mediante una
visión dinámica y antiesencialista de la política, construir un pueblo y
radicalizar la democracia.
EL PROYECTO DE HEGEMONÍA Y
ESTRATEGIA SOCIALISTA – Pág. 9
CM explica que “Hegemonía y estrategia socialista” lo escribieron con
la intención de incorporar en la reflexión de las izquierda los nuevos
movimientos surgidos tras el 68, tales como el feminismo, el ecologismo, las
luchas antirracistas y contra la discriminación homosexual, que quedaban fuera
del discurso de la izquierda marxista por no surgir como reclamo de la clase
obrera.
Mouffe explica como fueron influidos por el pensamiento de Foucalt,
Lacan o Derrida, y por toda la construcción del psicoanálisis, para fundamentar
su crítica al esencialismo de izquierda.
IE destaca el carácter herético del libro de Laclau y Mouffe, al
identificar una lógica propia en la política para la construcción de sentido
más allá de condicionantes rígidos de clase. “La necesidad de construir una identidad
que no está dada ni en la economía ni en la sociedad”
Según CM, su gran aportación fue unir el postestructuralismo con
Gramsci, para poder integrar las luchas parciales postestructuralistas
(feminismo, ecologismo…) con las luchas de la clase obrera creando voluntades
colectivas, es decir, conseguir la hegemonía, imponer el nuevo sentido común de
una época.
CM destaca dos dispositivos teóricos:
1)
El
Antagonismo: La negatividad es constitutiva y nunca puede ser superada. La idea
de antagonismo defiende que hay conflictos que no tienen una solución racional
posible.
2)
La
Hegemonía: Entendida como el objetivo de la lucha por la imposición de un nuevo
orden de relaciones de poder y de un nuevo sentido común, sin que ningún orden
sea más natural o racional que otro (CM defiende un total relativismo).
Cualquier order hegemónico puede ser reemplazado por un nuevo orden
contrahegémonico.
El planteamiento último de “Hegemonía y estrategia socialista” es la
apuesta por la “radicalización” de la democracia como alternativa a los
planteamientos jacobinos de revolución total. CM considera que el libro sigue
siendo vigente a día de hoy, y que su crítica al esencialismo marxista se ha
visto refrendado por los acontecimientos, ya que hoy día no quedan marxistas tradicionales.
Y considera que la interpretación hegemónica, es fundamental para entender el
paso de la hegemonía socialdemócrata a la hegemonía neoliberal. La
socialdemocracia se ha autoliquidado. Da el ejemplo de como se produjo este
final con la tercera vía de Tony Blair y Anthony Giddens en Reino Unido o de
Ulrich Beck en Alemania: el triunfo del individualismo tras la caída del bloque
soviético. Según Blair, había que repensar la política progresista en términos
de un “centro radical” (nota propia: orígenes de la propuesta liberal-demócrata
/ Ciudadanos)
Según CM, en los últimos 30 años ocurrieron dos fenómenos:
1)
Visión
postpolítica que niega la existencia de antagonismos
2)
Desarrollo
del capitalismo financiero globalizado que ha creado nuevas formas de subordinación
CM considera que la situación ha empeorado. Que durante la hegemonía
socialdemócrata existían valores de derechos sociales e igualdad, pero con la
imposición del neoliberalismo se ha instalado el individualismo y el
consumismo. Las políticas de privatización han desmantelado las instituciones
del Estado. En el 85 pedían “radicalizar” la democracia (maximizar los valores
de igualdad y libertad), pero hoy según CM primero hay que recuperar la
democracia para luego poder radicalizarla.
ESPAÑA Y LA TRANSICION – Pág.
18
IE considera que el sistema español tuvo unos equilibrios estables
durante 30 años pero que se han roto a raíz de la crisis. Por una parte hay una
ofensiva oligárquica (un fortalecimiento de las elites) y una desafección de
las clases populares y medias. La confrontación política ha sido reemplazada
por competición electoral entre maquinarias electorales. Esta situación se
completa con corrupción generalizada que actúa como mecanismo que cruza los
partidos, los conecta al sector inmobiliario y termina asegurando el poder para
personajes no electos: una trama de elites que ha secuestrado las
instituciones.
IE considera la transición como un compromiso que da lugar a una
versión española débil de Estado del bienestar, y que en gran medida se debe a
los fondos que comienzan a recibirse de la UE. Nadie se impone, los sectores
populares no logran desplazar a los herederos del régimen. Lo que se logra es
la integración de las elites de los sectores populares, de las elites de las
organizaciones de izquierda, sindicales e intelectuales al nuevo orden
democrático liberal.
Según IE, el PSOE es el gran impulsor de ese proceso, que se
ejemplifica con su cambio del NO al SÍ a la OTAN, la aceptación de que “hacerse
rico está bien” y el impulso al individualismo como lo verdaderamente moderno.
Es una maniobra de transformación que llevó a la desindustrialización, a la desarticulación
de las comunidades populares, a la cultura del consenso y al ascenso social
individual.
IE compara el papel del socialismo español en la transición con el del
socialismo chileno al final del régimen de Pinochet, y lo encuentra similar.
CM considera que el gran cambio desde el libro “Hegemonía…” fue la
caída del muro, y que el concepto de fin de la historia derivado de dicha caída
caló en la sociedad española.
Por lo apuntado en la sección America Latina y las experiencias nacionales y populares -de liderazgos hiper personalistas-, CM e IE le dan crédito a movimientos que han acabado siendo muy cuestionados por las propias bases electorales (ejemplo kirchnerismo) y ojalá fuera solo eso, que construyeron poder propio con alta intensidad muchas veces avanzando sobre la institucionalidad democrática sin medir el nivel de daño, con llamativa intolerancia al disenso, incluso traicionando las transversalidades que ellos mismos bien habían construido en los primeros años, tal vez perseguidos por ese sueño (devenido en pesadilla) al instaurar al antagonismo como razón de ser identitaria: nosotros-ellos, amigo-enemigo, pueblo-antipueblo, terminaron viendo enemigos hasta en el propio reflejo de su plato de sopa
ResponderEliminarMuy buen comentario Claudio, muy de acuerdo. Es un sinsentido pretender construir un pueblo sobre la base de la división del pueblo. Un absurdo total
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